Las medallas religiosas, como se las conoce hoy, comenzaron a aparecer en el siglo XVI. San Papa Pío V (1504 – 1572) comenzó la práctica de bendecir medallas devocionales en 1566, el primer año de su papado. Bendijo una medalla con la imagen de Jesús y María y la práctica de bendecir medallas devocionales se extendió rápidamente por todo el mundo católico. En el siglo XVII, muchas ciudades de Europa tenían sus propias medallas con imágenes de Jesús y María o la de un santo patrón. Eventualmente se harían medallas mostrando eventos de la vida de Jesús, apariciones de María e imágenes de santos y bienaventurados. Los pueblos paganos usaban amuletos u otros amuletos de la suerte porque se cree desde tiempos inmemoriales que las medallas realizadas en oro o plata o cualquier   otro metal noble que estuviera hecho el amuleto tiene poderes incorporados para protegerse del mal y la enfermedad a quien lo porta con él. Si aún no tiene la suya, descubra nuestro amplio catálogo de medallas religiosas.